El salón

Nico vive en el ático de un edificio muy blanco. Es blanco por fuera y más blanco por dentro.
El día que se mudó fue uno muy soleado y luminoso, tanto que al entrar al salón creyó haber
alcanzado algún tipo de Nada, porque el reflejo de la luz en las paredes era cegador e impedía
ver la estancia con claridad. Es culpa de la claraboya del techo, y del carácter exagerado que
los fenómenos atmosféricos tienen siempre en El Lugar. La combinación de ambos factores
provoca esta clase de incomodidades, que realmente no son tales en el día a día.

El salón es uno de los lugares de la casa preferidos por Nico. Para contrarrestar el blanco, le
gusta colgar dibujos y postales en la pared, y vestirse con colores vivos como los que le gusta
usar en sus cuadros.

La habitación

El cuarto de Nico no suele aguantar demasiado tiempo decorado de la misma forma. En el último
año han desfilado por sus paredes cientos de pósters, fotografías y cuadros. Son imágenes que va
recopilando en la Facultad, o en sus propias investigaciones. Cuando un tema nuevo le obsesiona,
cambia toda la pared y se la dedica a él.

El suelo es de parquet y está ligeramente inclinado, formando una pendiente. A Nico y a miguel les
encanta aprovecharlo para hacer carreras de objetos como canicas o rollos de papel higiénico, pero
a la vez crren que no debe ser nada bueno para la espalda pisar todo el rato una superficie así.
Nico, que ha visto varias veces vacas en alguna colina en las zonas más rurales de El Lugar, se
pregunta si ellas tendrán problemas de espalda.