La carretera oscura es la más larga de El Lugar. Un amasijo de asfalto, tierra y grava que
discurre a lo largo de kilómetros conectando los Bosques del Sur y el Norte, atravesando
El Río y el centro hasta llegar a la campiña. A pesar de su tamaño, su existencia no se debe
a un plan urbanístico concreto, sino a varias concatenaciones de descuidos: la carretera ha
surgido sin que ningún mandatario lo quiera. El uso, la costumbre y el mero tránsito la han
hecho aparecer a lo largo de los años; es por ello que carece de alumbrado en la mayoría
de tramos.


En su último segmento, la carretera pasa muy cerca de la Iglesia de San Pedro, razón por
la cual es el camino predilecto de todo aquel que a ella decide peregrinar. A pie, se trata
de una vía muy discreta, lo cual propicia que amantes clandestinos y hacedores de rituales
decidan usarla para llegar a su destino. Muy pocas casas hay cerca de ella: solo viven, en
pequeñas madrigueras de los alrededores, algunos conejos salvajes.